El estacionamiento estaba prácticamente vacío. La puerta se abrió con un chasquido y al cerrarla, una ligera capa del mismo Santiago flotó en el aire.
- Buenas noches. Día duro, ah? No tienes muy buena pinta, pero apuesto que con un poco de descanso te sientes mejor… -
La chica apoyó la cabeza en el respaldo del asiento y exhaló, formándose una pequeña nube de frío que murió en el aire.
- Ya se que estás pensando, chica. Tantas cosas que hacer y tan poco tiempo para ellas, y te lo tomas en serio, pero admite que matarías por un cartel de “no molestar” y un coma inducido de un par de meses. Vale, demasiado optimismo; nunca admitirías en serio y en voz alta algo como eso. Es la voz de tu subconsciente y ya se que lo que hay entre ustedes se parece mucho al muro de Berlín. –
Sacó las llaves de la mochila y las dejó en el contacto. Luego rebuscó en el bolsillo interior por un frasquito oscuro con etiqueta de letras rojas. Había sido difícil conseguirlo, pero valdría la pena. Estaba a punto de girar la tapa cuando la voz de la responsabilidad gritó escandalizada con un megáfono dentro de su cabeza: No podía tomarlo… no ahora, no antes de conducir (y menos a esa hora). Golpeó el volante con el puño y al segundo se arrepintió, pues el dolor la dejó sin aire. Se tapó la cara con ambas manos. “1 misisipi, 2 misisipis, 3 misisipis…” ni siquiera le quedaban cigarrillos “…sisipis, 10 misisipis”.
- Anda, no te pongas así… se que duele, pero que no se te olvide quien fue la que se escapó del doctor y le juró que tendría cuidado para no pasar otra semana en cama. Niña terca… como si los doctores no pudieran enfermarse también (y no salgas con eso de que no estoy enferma ni soy doctora). Mejor nos vamos. Entre antes llegues a casa antes podrás doparte y antes te vas a recuperar (o por lo menos no te harás más daño). Y que no se te olvide el cinturón de seguridad!
- Vale, Frank. Andando – Y puso a andar el auto.
Más o menos así habría sido la conversación – o el monologo, mejor dicho – en el asiento del VW Gol gris claro. Claro – pensó - en el caso de que los autos pudiesen hablar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario